Nuestra metodología consiste en varias etapas para garantizar una evaluación eficaz. Primero, realizamos una revisión de medios digitales, incluyendo redes sociales, para detectar brechas de seguridad en las publicaciones y el contenido, así como el tipo de comentarios o ‘hate’ que se reciben. Esta fase inicial proporciona un contexto sobre la situación actual de seguridad de la persona o entidad.

Basándonos en los datos obtenidos, ofrecemos la posibilidad de realizar pruebas de seguridad conduzidas por nuestros expertos en hacking ético. Con la autorización explícita del interesado, llevamos a cabo una infiltración controlada que permite poner a prueba el sistema de seguridad físico. Finalmente, proporcionamos un informe detallado que incluye todas las brechas de seguridad encontradas y una serie de recomendaciones prácticas para mejorarlas, respaldadas por nuestra amplia experiencia en el campo.